Democracia descentralizada y la importancia de sus primeros usuarios

Publicado el 31 de Agosto de 2015, 11:22 PM por Ohad Asor   [Actualizado el 31 de Agosto de 2015, 11:23 PM ]

Hemos hablado recientemente acerca de las propiedades lógicas y técnicas de Tau y ahora es el momento de darse el tiempo de contemplar en forma global esta tecnología. Planteamos que el lenguaje de programación de Tau consiste básicamente en un conjunto de reglas y lógica. Encontramos estos dos elementos en muchos otros aspectos de la vida; un ejemplo relativamente simple: la estructura de lógica pura de las soluciones para los problemas de nuestro entorno podría ser empleada de manera automática para lidiar con los problemas no resueltos, e incluso es factible de ser aplicada dentro de un campo completamente ajeno como las estructuras químicas isomorficas para algunos programas computacionales

Cabe destacar que el tema principal que nos convoca es la democracia descentralizada.

Es posible formalizar leyes a través de la tecnología Tau así como también analizar las posibles consecuencias y verificar su consistencia de manera descentralizada. Dentro de la tecnología Tau no es posible interactuar directamente con las leyes de la realidad; sin embargo, Tau funciona de acuerdo a sus propias reglas. De hecho, la red se autodefine y se autocorrige. El software cliente es un compilador que descarga el código fuente de la cadena de bloques y ejecuta el código. El código podría variar de un bloque a otro, y lo ideal es que dicho código sufra modificaciones y mejoras con el paso del tiempo. Básicamente, las partes más relevantes del código dentro del software cliente son las condiciones para aceptar el siguiente bloque.

Las reglas, protocolo y comportamiento específico de la red son evidentemente factores de gran importancia dentro de la evolución de la misma. Por el contrario, no es nuestro afán dedicarnos a la especificación de las características anteriores por sobre el Genesis, sino más bien determinar de qué manera las reglas pueden cambiar, sin tener en cuenta el verdadero origen de esas reglas.

La lógica e infraestructura de Tau hacen posible la separación de los contextos. Definimos contexto como un conjunto de reglas que se aplican sólo a los participantes que desean por voluntad propia adherirse al mismo. La terminología proviene del mundo RDF, Marco de Descripción de Recursos (del inglés Resource Description Framework): el lenguaje Tau está formado por conjuntos de cuatro elementos (sujeto- verbo-objeto-contexto); por lo tanto, el hecho o regla descrito en el (sujeto-verbo-objeto) se aplica solamente a un contexto determinado. Sin embargo, es posible reutilizar el código de manera transversal dentro de los contextos. Esto se explica mediante el siguiente código en RDF:

context1:subject context2:predicate

Los contextos pueden ser vinculados en la cadena raíz (del inglés root chain) así como las cadenas laterales (del inglés side chain) pueden ser vinculadas en la cadena del Bitcoin. Gracias a este proceso es posible la implementación de un software descentralizado sin necesidad de emplear personas dedicadas a la minería de Bitcoin, debido a que todas las funciones Hash criptográficas otorgadas a cualquier cadena lateral también aseguran la cadena raíz.

En cada contexto es factible encontrar una serie de reglas personalizadas. Por ende, la cadena raíz no debiera intervenir en lo que sucede dentro de los contextos personalizados; sin embargo, define exclusivamente las reglas que son fundamentales para la existencia de la cadena raíz. En Tau es posible llevar a cabo un bootstrap obedeciendo reglas arbitrarias sencillas, incluso una lista de los primeros colaboradores o una inserción centralizada del código ejecutada por nosotros mismos.

Cualquiera sean dichas reglas, estas son temporales; la primera tarea es definir de que manera serían modificadas y en que momento llevar a cabo estos cambios. Posteriormente, seguimos el proceso de reglamentación que formalizamos en una primera fase y definimos en conjunto estas reglas. Los desarrolladores de Tau, nos sentimos muy comprometidos en la participación activa de todos los procesos posteriores al genesis, pero no acaparamos en forma alguna el poder. Todos los usuarios de Tau comienzan a trabajar en génesis en igualdad de condiciones.

Pusimos sobre la mesa tecnología para la democracia descentralizada, que puede ir escalando posiciones dentro de la democracia, sobre un pequeño grupo en la forma de contextos Tau, y quién sabe, incluso la democracia descentralizada podría derivar en leyes estatales. No vemos barreras técnicas para lo anterior; no obstante, carecemos de un conjunto de reglas definitivo e irrefutable.

La tarea es ardua y las implicaciones filosóficas son abrumadoras. Sin embargo, existe un límite para las soluciones que nos entrega la tecnología; por ejemplo, ésta nos puede brindar una plataforma para la democracia descentralizada, pero es imposible que configure nuestras reglas. No es necesario poner tanto énfasis en la importancia de realizar un procedimiento de bootstrapping sobre una democracia descentralizada y en la formación de su “constitución”; por lo tanto, solamente daré a conocer que gran parte de la comunidad de lectores comparten conmigo la sensación de que probablemente podemos realizar pequeños cambios que sin lugar a dudas traerían mejoras notables en comparación con nuestra situación actual.

Desde luego no es conveniente que como desarrolladores de un sistema democrático nos hagamos cargo de la configuración de sus reglas.

Evidentemente la formalización de una democracia descentralizada para nuestra vida cotidiana no está dentro de las obligaciones de los primeros usuarios, sino que es parte de un proceso a mayor escala. Los primeros usuarios tendrán que definir cómo cambiar las reglas de la cadena raíz, ni siquiera preocuparse de lidiar con detalles técnicos tales como el tamaño máximo del bloque; sin embargo, cabe preguntarse qué ocurre si deseamos cambiar el tamaño del bloque y concretamente cuáles serían las condiciones para realizar un cambio de regla en la cadena raíz. Es una interesante prueba de fuego en sí misma. Casi se puede imaginar la forma en que evolucionarán las reglas de las reglas cambiantes a partir de nuestras nuevas habilidades lógicas de descentralización. Esperamos de verdad que la evolución de Tau no sea solamente una colaboración económica, de código y conocimiento, sino más bien un aporte ético

Texto original de Ohad Asor

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Corrección de estilo por Marcela Reyes